MONASTERIO DE SAN ISIDORO DEL CAMPO:
Fue fundado por Alonso Pérez de Guzmán, Guzmán el Bueno, en el año 1301, como monasterio-fortaleza, para regir el señorío medieval, convirtiéndose también en panteón familiar.
Cuenta la tradición, que fue donde había sido enterrado San Isidoro de Sevilla (luego, descubiertos sus restos, fueron trasladados a la ciudad de León).
Su historia está impregnada de importantes acontecimientos religiosos y artísticos. En el siglo XVI se desarrolló en él uno de los primeros focos protestantes en España, cuyos principales propagandistas tuvieron que marcharse a centro Europa huyendo de la Inquisición.
El monasterio se desarrolla en torno a dos iglesias góticas paralelas que sirvieron de panteón para el fundador y su hijo. Son de planta rectangular con bóvedas de crucería y absides almenados de aspecto fortificado. Están edificadas en piedras y sus portadas son de ladrillo. Representan un magnífico ejemplar de la arquitectura mudejar Sevillana del siglo XV. Los claustros son antecedentes de aquellos que proliferaron en el continente americano. El mayor de ellos, de los muertos, de planta rectangular doble galería y arcos peraltados enmarcados en alfíces que apean sobre pilares ochavados, presentan pinturas al fresco del siglo XV. El claustro de los Evangelistas alterna, los arcos peraltados de la planta superior. El árbol de la vida sobre un barco, que figura sobre el muro alto de este claustro, constituye un rarísimo tema iconográfico. La sacristía, que abre a la iglesia más antigua, esta cubierta por bóvedas de cruceria y posee pinturas al fresco del siglo XVI. La sala capitular ostenta pinturas al fresco del siglo XV y del s. XVII. El refectorio, cubierto también por bóvedas de crucería presenta una pintura mural de la Santa Cena, de gran importancia para el estudio de los comienzos de la pintura medieval Sevillana.
Fue declarado Monumento Nacional en 1872. Bajo la protección de la Declaración genérica del Decreto de 22 de abril de 1949, y la Ley 16/1985 sobre el Patrimonio Histórico Español. En el año 1993 la Junta de Andalucía otorgó un reconocimiento especial a los castillos de la Comunidad Autónoma de Andalucía.
Fue fundado por Alonso Pérez de Guzmán, Guzmán el Bueno, en el año 1301, como monasterio-fortaleza, para regir el señorío medieval, convirtiéndose también en panteón familiar.
Cuenta la tradición, que fue donde había sido enterrado San Isidoro de Sevilla (luego, descubiertos sus restos, fueron trasladados a la ciudad de León).
Su historia está impregnada de importantes acontecimientos religiosos y artísticos. En el siglo XVI se desarrolló en él uno de los primeros focos protestantes en España, cuyos principales propagandistas tuvieron que marcharse a centro Europa huyendo de la Inquisición.
El monasterio se desarrolla en torno a dos iglesias góticas paralelas que sirvieron de panteón para el fundador y su hijo. Son de planta rectangular con bóvedas de crucería y absides almenados de aspecto fortificado. Están edificadas en piedras y sus portadas son de ladrillo. Representan un magnífico ejemplar de la arquitectura mudejar Sevillana del siglo XV. Los claustros son antecedentes de aquellos que proliferaron en el continente americano. El mayor de ellos, de los muertos, de planta rectangular doble galería y arcos peraltados enmarcados en alfíces que apean sobre pilares ochavados, presentan pinturas al fresco del siglo XV. El claustro de los Evangelistas alterna, los arcos peraltados de la planta superior. El árbol de la vida sobre un barco, que figura sobre el muro alto de este claustro, constituye un rarísimo tema iconográfico. La sacristía, que abre a la iglesia más antigua, esta cubierta por bóvedas de cruceria y posee pinturas al fresco del siglo XVI. La sala capitular ostenta pinturas al fresco del siglo XV y del s. XVII. El refectorio, cubierto también por bóvedas de crucería presenta una pintura mural de la Santa Cena, de gran importancia para el estudio de los comienzos de la pintura medieval Sevillana.
Fue declarado Monumento Nacional en 1872. Bajo la protección de la Declaración genérica del Decreto de 22 de abril de 1949, y la Ley 16/1985 sobre el Patrimonio Histórico Español. En el año 1993 la Junta de Andalucía otorgó un reconocimiento especial a los castillos de la Comunidad Autónoma de Andalucía.
