CAÑOS DE CARMONA:
Restos probablemente de origen romano, fueron
rehechos prácticamente por completo en época almohade en el año 1172,
inauguradas por el califa Abu Yacub Yusuf.
Nos hallamos ante la típica obra almohade de ladrillo. Se emplearon para su construcción como único material el ladrillo, constaba de aproximadamente 400 arcos sobre pilares en la zona que estaba a la vista de todos, en algunos lugares con un cuerpo superior también de arcadas.que combina arcos muy rebajados de medio punto con otros de radio menor, entrecruzados. Dependiendo del desnivel, los arcos pueden disponerse en más de una hilada, creando diversas alturas en las que se alojaban dos canalizaciones. Todavía a fines del siglo XIX este acueducto estaba en funcionamiento, transportando al día más de cinco mil metros cúbicos de agua con los que se abastecían, de un lado, el Alcázar y, de otro, el principal depósito de la ciudad. Fue por tanto ya a comienzos del siglo XX cuando un acuerdo municipal condujo a la demolición de los Caños de Carmona, quedando en pie únicamente tres pequeños tramos, de escasa longitud.
Nos hallamos ante la típica obra almohade de ladrillo. Se emplearon para su construcción como único material el ladrillo, constaba de aproximadamente 400 arcos sobre pilares en la zona que estaba a la vista de todos, en algunos lugares con un cuerpo superior también de arcadas.que combina arcos muy rebajados de medio punto con otros de radio menor, entrecruzados. Dependiendo del desnivel, los arcos pueden disponerse en más de una hilada, creando diversas alturas en las que se alojaban dos canalizaciones. Todavía a fines del siglo XIX este acueducto estaba en funcionamiento, transportando al día más de cinco mil metros cúbicos de agua con los que se abastecían, de un lado, el Alcázar y, de otro, el principal depósito de la ciudad. Fue por tanto ya a comienzos del siglo XX cuando un acuerdo municipal condujo a la demolición de los Caños de Carmona, quedando en pie únicamente tres pequeños tramos, de escasa longitud.
El más
distante al centro de la ciudad está delante de los bloques de pisos de
la calle Cigüeña en la Barriada de los Pajaritos, detrás de la Venta de
Ranilla.
El segundo
tramo se encuentra casi al comienzo de la calle de Luis Montoto, antes
llamada Oriente y antes de la conquista de la ciudad (año 1248),
nombrada Calzada de los Caños de Carmona, pues siguiendo el mismo
trazado, desde la Puerta de Carmona, corría la antigua calzada romana
que unía esta ciudad con Córdoba para seguir luego atravesando España y
la arcada del referido acueducto, por el que llegaba a Sevilla el más
importante suministro de agua potable de entonces. Este tramo ha sido
restaurado recientemente, para evitar anclajes en los laterales del
acueducto se ha optado por colocar una viga de acero que le da
estabilidad y evita que siga inclinándose (se ve perfectamente cómo se
estaba desviando hacia uno de los lados). También se han reforzado los
cimientos del monumento para evitar precisamente que siga hundiéndose.
El tercero y
último estuvo durante años cubierto bajo el puente que, levantado a
comienzos del XX, permitía el paso de los trenes procedentes de Madrid y
con destino Cádiz, sin interrumpir el tráfico humano y rodado por la
citada calle de Luis Montoto, desde siempre la vía de acceso a Sevilla
de mayor afluencia. Las sucesivas ampliaciones de la ciudad por este su
costado oriental y los nuevos trazados ferroviarios conllevaron la
demolición del puente, permitiendo que tales restos quedasen de nuevo al
descubierto. Restos que formaban parte de la llamada Alcantarilla de
las Madejas, donde adosado al mismo acueducto, desde no se sabe cuándo,
había un puentecito que permitía salvar el cauce del arroyo Tagarete que
entonces discurría por ahí. Este tramo de la arcada contenía una
escultura de una Virgen, conocida como “la de las Madejas”, ubicada en
una hornacina y protegida por una espesa tela metálica, fue robada
sacrílegamente al poco tiempo de ser descubierta, de lo que da fe don
Julio Domínguez Arjona. Para perpetuar el recuerdo de esta Imagen, la
Hermandad de San Roque donó un azulejo representándola.