EDIFICIO DE CORREOS Y TELÉGRAFOS:
Nace al amparo de la expansión de Sevilla a partir de la Exposición de 1929. La tardanza de la construcción de una sede Central de Correos, se compensa con un edificio de un estilo poco común en Sevilla: el Art Decó.
El trabajo se encarga a la pareja formada por los arquitectos madrileños Joaquín Otamendi y Luis Lozano en 1918 por la Dirección General de Correos y Telégrafos.
En esta ocasión el Art Decó se mezcla con elementos neobarrocos. Los elementos Decó los encontramos en los zig-zags de los marcos de las ventanas, y de las puertas, así como en la uniformidad de su fachada. El aire barroquizante proviene sobre todo de su escudo, un relieve que surge de la pared. La curva que hace de esquina y de buzón, da la continuidad al edificio que buscaban sus arquitectos. Si interior también es destacable, ya que el aspecto macizo del exterior contrasta con el interior, donde las ventanillas giran en torno a un patio de estilo Andaluz.
Nace al amparo de la expansión de Sevilla a partir de la Exposición de 1929. La tardanza de la construcción de una sede Central de Correos, se compensa con un edificio de un estilo poco común en Sevilla: el Art Decó.
El trabajo se encarga a la pareja formada por los arquitectos madrileños Joaquín Otamendi y Luis Lozano en 1918 por la Dirección General de Correos y Telégrafos.
En esta ocasión el Art Decó se mezcla con elementos neobarrocos. Los elementos Decó los encontramos en los zig-zags de los marcos de las ventanas, y de las puertas, así como en la uniformidad de su fachada. El aire barroquizante proviene sobre todo de su escudo, un relieve que surge de la pared. La curva que hace de esquina y de buzón, da la continuidad al edificio que buscaban sus arquitectos. Si interior también es destacable, ya que el aspecto macizo del exterior contrasta con el interior, donde las ventanillas giran en torno a un patio de estilo Andaluz.