HOTEL ALFONSO XIII:
Obra del arquitecto José Espiau y Muñoz, fue construido entre 1916 y 1928, e inaugurado oficialmente el 28 de abril de 1929, con la celebración de un suntuoso banquete presidido por el Rey Alfonso XIII y la Reina Victoria Eugenia. El motivo de este banquete fue la boda de la Infanta Isabel con el Conde Juan Zamoyski.
Arquitectónicamente es de estilo neomudéjar, inspirado por ello en la arquitectura árabe, conformando por tanto un edificio claramente historicista, aunque con un toque regionalista andaluz.
Imagínese un palacio morisco con torres, arcos, ventanas de estilo mudéjar, azulejos de Triana y misteriosos jardines de fuentes, naranjos y palmeras... Arquitectura que rinde homenaje a la fantasía Sevillana. El mármol de su patio, las elegantes galerías y el espectacular hall de entrada han sido visitados por familias reales y personalidades de todos los ámbitos, haciendo de él un lugar histórico.
En su interior, se destaca la opulencia y categoría, arcos y columnas, todo decorado con lámparas de cristal colgadas de elaborados artesonados, así como con finas alfombras de la Real Fábrica de Tapices. También merecen mención los azulejos que decoran paredes, techos y todo tipo de estructuras. Las habitaciones fueron diseñadas para alojar a reyes, presidentes, personalidades y otros invitados de la Exposición Iberoamericana de 1929, por lo que la amplitud es norma general. Los suelos son de mármol y madera.
Obra del arquitecto José Espiau y Muñoz, fue construido entre 1916 y 1928, e inaugurado oficialmente el 28 de abril de 1929, con la celebración de un suntuoso banquete presidido por el Rey Alfonso XIII y la Reina Victoria Eugenia. El motivo de este banquete fue la boda de la Infanta Isabel con el Conde Juan Zamoyski.
Arquitectónicamente es de estilo neomudéjar, inspirado por ello en la arquitectura árabe, conformando por tanto un edificio claramente historicista, aunque con un toque regionalista andaluz.
Imagínese un palacio morisco con torres, arcos, ventanas de estilo mudéjar, azulejos de Triana y misteriosos jardines de fuentes, naranjos y palmeras... Arquitectura que rinde homenaje a la fantasía Sevillana. El mármol de su patio, las elegantes galerías y el espectacular hall de entrada han sido visitados por familias reales y personalidades de todos los ámbitos, haciendo de él un lugar histórico.
En su interior, se destaca la opulencia y categoría, arcos y columnas, todo decorado con lámparas de cristal colgadas de elaborados artesonados, así como con finas alfombras de la Real Fábrica de Tapices. También merecen mención los azulejos que decoran paredes, techos y todo tipo de estructuras. Las habitaciones fueron diseñadas para alojar a reyes, presidentes, personalidades y otros invitados de la Exposición Iberoamericana de 1929, por lo que la amplitud es norma general. Los suelos son de mármol y madera.