PALACIO DE ALTAMIRA:
Situado en la actual plaza de Sta. María la Blanca. Para conocer sus orígenes hay que remontarse al año 1.248 cuando, en el lugar que ocupa ahora, se encontraban varios edificios de familias ricas y prósperas judías, que formaban parte del barrio de la judería. En 1.391 se produce un levantamiento popular contra los judíos y entran en el barrio obligando a los judíos a abandonar sus casas y a marcharse de la ciudad. El barrio es incendiado y sus casas y posesiones abandonadas.
La mansión estuvo unida en los siglos XV y XVI al linaje de los Estúñiga, Condes de Plasencia, Duques de Béjar y señores de grandes propiedades en Extremadura y el Reino de Sevilla, hasta que quedó ligada al Marquesado de Villamanrique y de Ayamonte y, posteriormente, al Condado de Altamira, por el que hasta hoy se le conoce.
Posteriormente pasa a ser una casa de vecinos (siglo XIX), para lo que el palacio sufre un gran deterioro, se destruyen artesonados y motivos artísticos de gran valor histórico para acondicionar las estancias a las viviendas de los vecinos.
Abandonado a mediados del siglo XX, se encontraba en ruinas hasta que la Junta de Andalucía se hizo con la propiedad del edificio para restaurarlo. Hoy en día es la sede de la Consejería de Cultura de la Junta de Andalucía.
Las visitas permiten conocer lo que queda de diez siglos de historia del edificio además, en sus salas, se ha ubicado una rica colección de epigrafía en lengua árabe sobre madera, cerámica y estucos o el excepcional conjunto de artesonados, conservados in situ en varias estancias del edificio o expuestos como obras de arte en los muros del Salón del Trono.
Situado en la actual plaza de Sta. María la Blanca. Para conocer sus orígenes hay que remontarse al año 1.248 cuando, en el lugar que ocupa ahora, se encontraban varios edificios de familias ricas y prósperas judías, que formaban parte del barrio de la judería. En 1.391 se produce un levantamiento popular contra los judíos y entran en el barrio obligando a los judíos a abandonar sus casas y a marcharse de la ciudad. El barrio es incendiado y sus casas y posesiones abandonadas.
La mansión estuvo unida en los siglos XV y XVI al linaje de los Estúñiga, Condes de Plasencia, Duques de Béjar y señores de grandes propiedades en Extremadura y el Reino de Sevilla, hasta que quedó ligada al Marquesado de Villamanrique y de Ayamonte y, posteriormente, al Condado de Altamira, por el que hasta hoy se le conoce.
Posteriormente pasa a ser una casa de vecinos (siglo XIX), para lo que el palacio sufre un gran deterioro, se destruyen artesonados y motivos artísticos de gran valor histórico para acondicionar las estancias a las viviendas de los vecinos.
Abandonado a mediados del siglo XX, se encontraba en ruinas hasta que la Junta de Andalucía se hizo con la propiedad del edificio para restaurarlo. Hoy en día es la sede de la Consejería de Cultura de la Junta de Andalucía.
Las visitas permiten conocer lo que queda de diez siglos de historia del edificio además, en sus salas, se ha ubicado una rica colección de epigrafía en lengua árabe sobre madera, cerámica y estucos o el excepcional conjunto de artesonados, conservados in situ en varias estancias del edificio o expuestos como obras de arte en los muros del Salón del Trono.